miércoles, 12 de diciembre de 2007

30 minutos antes, 30 minutos después: todo sigue igual

Hace tres días, Venezuela despertó con una hora legal que no coincidía con la que marcaban los relojes de la mayoría de sus habitantes. Como establecía la Gaceta Oficial 38.819 de fecha 27 de noviembre de 2007, treinta minutos de atraso era la diferencia horaria que debía entrar en vigencia el pasado domingo 9 de diciembre a las tres de la madrugada.
Así fue, a partir de ese día, de acuerdo a declaraciones de uno de sus principales proponentes, el Ministro del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Héctor Navarro, “nos adelantamos a la cita con el sol, pues nos levantamos muy temprano. Este cambio permitirá que los venezolanos aprovechen media hora de luz solar, y que los niños que van al colegio en la mañana no tengan que desayunar cuando aún los rayos solares no iluminan”.
Frase que no abarca todos los beneficios de esta medida, pues además según Navarro, la misma permite: reducir el uso de la energía eléctrica, disminuir situaciones de riesgo y accidentes asociados a la oscuridad y mejoras en el metabolismo, sobretodo de los niños, pues la desincronizaciòn que existe entre la luz solar y el desempeño de las actividades diarias produce menor capacidad de concentración, problemas de aprendizaje, cansancio, irritabilidad, retardo en el crecimiento, alteraciones en los reflejos y trastornos alimenticios.

Ahora bien, dejando a un lado que regresaríamos a la hora que marcaban los relojes de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, resulta válido detenerse a reflexionar sobre el verdadero alcance de tales beneficios.
Partiendo de que el atardecer caerá más temprano puesto que el amanecer también lo hará, me pregunto: ¿qué pasará con los niños y adolescentes que estudian en horarios vespertinos a quiénes la desincronización entre la luz solar y el desempeño de sus actividades diarias podría acarrear, según Navarro, alteraciones en el crecimiento y aprendizaje?, ¿es qué las mejoras del metabolismo vienen por descansar únicamente de mañana y no por hacerlo durante un tiempo prolongado?, ¿dónde queda el cansancio y la irritabilidad que produce permanecer tiempo prolongado en las vías de tráfico congestionadas de algunas ciudades de nuestro país?, ¿no son precisamente esas urbes las que mayormente exigen a sus habitantes que madruguen?, ¿cómo disminuirá el consumo de energía eléctrica si son más los venezolanos que están despiertos al atardecer que al amanecer?, ¿será que acaso el hampa, como la luz del sol, se ocultará más temprano?
Las horas picos sólo se rodaran, el tiempo para el deporte no será después sino antes de trabajar, quien no dormía suficiente mantendrá su hábito porque el día no tiene 30 minutos más, hasta la criolla impuntualidad seguirá igual.
Tal modificación, reflejada en el artículo 18 de la Ley de Metrología, es una reforma que no llegará más allá de producir cambios a nivel técnico, económico y de coordinación como ajustar una planta de producción de alimentos que se rige celosamente por el tiempo. Arreglos, a nivel nacional e internacional, que no se ven justificados en los “beneficios” que podría conllevar esta medida.
Más aún, lo realmente alarmante es que el Gobierno se preocupe por implementar esta clase de políticas que buscan “mejorar” el aprovechamiento del día del venezolano, por ejemplo; mientras el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas tiene registrados 2546 casos de violencia sexual infantil, mientras, de acuerdo al Banco Mundial, la efectividad del control económico nos ubica en el segundo puesto de los países más corruptos del mundo y, según el Instituto Nacional de Estadísticas, el 53% de los venezolanos viven en pobreza y miseria. En cuatro palabras, mientras todo sigue igual.

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martes, 11 de diciembre de 2007

Células Madre de cordón umbilical: avance científico que beneficia a pocos

La situación económica actual venezolana, las escasas enfermedades tratadas con estas terapias y la inexistencia de bancos de sangre de cordón umbilical públicos son los principales factores responsables de la limitación de ésta práctica
“Lo veo como un seguro de vida que espero no utilizar, porque implicaría que a mi bebé le ha pasado algo. Pero en caso, dios no lo quiera, de necesitarlo, agradeceré haber hecho la inversión”, destacó la Sra. Conny Arévalos, abogada de profesión que reside en un apartamento propio de la Urbanización Valle Arriba del Estado Miranda, quien hace tres meses compró el servicio de la extracción y almacenamiento de las células Madre del cordón umbilical a su bebé que acaba de nacer.
Este servicio es ofrecido por dos empresas privadas en Venezuela, Células Madre de Venezuela y Cryo Blood Bank, desde hace 5 y 3 años respectivamente. El mismo consiste en la extracción, almacenamiento y congelación de células con la capacidad de regenerar o transformarse en células específicas cuando se encuentran en un ambiente indicado, llamadas células Madre.
Tal inversión, según el Laboratorio Células Madre de Venezuela, gira en torno a los 1000 dólares por la extracción y 200 dólares anuales por el almacenamiento. Traducidos a nuestra moneda, dependiendo de la manera como son obtenidos los dólares, incluso, podríamos hablar de casi tres millones de bolívares por la extracción y seiscientos mil anual por el almacenamiento. Pero sí en vez de hablar de los gastos necesarios para guardar células propias, se piensa en la posibilidad de acceder a esas muestras sin tener unas guardadas, es decir, buscando entre los bancos privados alguna compatible; la suma aumenta enormemente, pues no sólo se requieren pruebas de compatibilidad entre células Madre e individuo, sino, en muchos casos, la reproducción de la muestra. Según el Dr. José Cardier, Investigador del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC), el costo total de este último procedimiento gira en torno a los 35 mil a 45 mil dólares.
Para algunas personas la posibilidad de acceder a estos servicios, gracias a los avances médico-científicos, pueden resultar una inversión justificada, pero para muchos otros venezolanos no es una posibilidad, es una realidad inaccesible. Constituyendo así un avance científico que no los beneficia.

Radiografía económica venezolana
De acuerdo a las estadísticas proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el índice de pobreza general venezolana se ubicaba para finales del año 2006, alrededor del 32% de la población total. Además, de un 10% de total de habitantes que constituyen situación de pobreza extrema, según la misma institución. Por tanto, resulta fácil imaginarse que este grueso de personas tienen limitado el acceso a terapias regenerativas como podrían ser las células Madres. Principalmente debido a que su prioridad es cubrir otras necesidades como alimento, vestido, calzado, vivienda, lo que hace que el individuo de estos niveles económicos vea tales avances médico-científicos como una realidad totalmente ajena a ellos, una utopía.
Pero no sólo a este 42% de los aproximadamente 26 millones de habitantes, les es imposible acceder a tales prácticas. Incluso a la clase media, le puede resultar cuesta arriba, pues para el mes de Octubre del año 2006, la cesta básica se ubicaba en 446979 bolívares, a escasos 70 mil bolívares de lo que para ese momento correspondía al sueldo mínimo. 70 mil bolívares que debían corresponderse con los restantes gastos que se ocasionan en cualquier vivienda: agua, luz, alquiler o condominio, gas, sólo por nombrar algunos.
Tal situación económica, de alguna manera se evidencia, en las estadísticas llevadas por las empresas privadas como Laboratorio Células Madre de Venezuela, pues en sus registros cuentan con 5000 muestras, lo que corresponde a 0.019 % de la población total venezolana. Si bien es cierto que el desconocimiento, el miedo y la novedad de las prácticas son factores que, igualmente, influyen en tales cifras resulta totalmente innegable que el factor económico es determinante en la situación.
Pues como afirma el Dr. José Carlos Rosales, Médico en Biología de la Reproducción y Director de Criopreservación de Cryo Blood Bank, “realmente hay muchos pacientes que a mí me han consultado, llenos de preocupación porque el dinero que tienen sólo les alcanza para comprarle un seguro médico al niño o para comprar el servicio de células Madre. No te estoy hablando de gente pobre, te hablo de alguien que tiene la posibilidad de dar a luz en una clínica. Pero, obviamente, ante tal decisión no hay que dudar lo más importante es el seguro médico del niño, la prioridad es su seguridad inmediata, no la futura. Yo estoy convencido de que, seguramente, en pocos años cualquier médico las empleará y se ampliará su utilidad, pero todavía no es así”.

Probabilidad y posibilidad de tratamiento
“Guarda cordón, salva vidas” constituye el eslogan que identifica a una de las empresas privadas encargadas de ofrecer este servicio. Eslogan que como tal, podría hacer pensar en la posibilidad de salvar varias vidas sólo con el hecho de guardar las células de cordón umbilical. Sin embargo, la situación no es tan sencilla como se plantea pues tanto los especialistas de la empresa privada, el Dr. Rosales y el Dr. Juan Rivero, Director del Laboratorio Células Madre de Venezuela, como los investigadores del IVIC, el Dr. Cardier y el Dr. Edigio Romano, también miembro de la Sociedad Venezolana de Hematología, coinciden en que las enfermedades que actualmente se pueden tratar con las células Madre son principalmente las enfermedades hematológicas como la leucemia, que se vienen tratando desde hace muchos años antes de la aparición de las empresas privadas. Igualmente, según los expertos, está científicamente comprobado el tratamiento en humanos de enfermedades cardiovasculares con este método, aunque todavía no se ha realizado de manera masiva, pues el IVIC espera para finales de este año poder sacar al público la venta de la proteína G-DFF, indispensable para dicho tratamiento, en forma más económica de la que actualmente se consigue en el mercado.
Sin embargo, como bien señaló el Dr. Rivero en medicina a nadie se le puede garantizar nada. “Tu leucemia, ni la leucemia del otro son iguales, nadie te asegura que realmente esa enfermedad se pueda tratar con estas células, eso habrá que determinarlo luego. La experiencia afirma que esas enfermedades reaccionan positivamente a este tratamiento pero nada es seguro, puede que pierdas el dinero porque nunca lo necesites o que por otras vías logres conseguir las células Madre que necesitabas, pues esta no es la única manera de obtenerlas”, puntualizó.
Asimismo, el Dr. Rosales destacó que muchas de las enfermedades que pudiesen pensarse sus tratamientos con células Madre, todavía están en fase experimental. “La diabetes, la hepatitis, el parkinson, el alzheimer, las enfermedades cerebro vasculares, las lesiones en la médula espinal y la recuperación de la movilidad de ciertas partes del cuerpo se han tratado con células Madre en ratones, ratoncitos, todavía no, en humanos”, aseguró.
Por tanto, en caso de tener la posibilidad de acceder al servicio, no implica un beneficio per se en la persona, pues puede que no padezca alguna enfermedad o que la que adquiera no sea tratada con células Madre de cordón. Por ello, el Dr. Cardier señala “el potencial de curación de las células Madre teóricamente es muy grande, porque las de embrión pueden regenerar lo que sea, mientras que las de cordón no son tan versátiles. Las posibilidades reales de ellas, en este momento, son muy pequeñas en el ser humano, se podría establecer una relación 9 a 1 que no la va a usar el que la guarda”.
Aunado a ello, el Dr. Romano destaca la experiencia que ha vivido y estudiado durante su trayectoria como investigador del IVIC. “En el mundo, en los bancos de cordón se deben hacer recolectado, a lo mejor, cien mil muestras de sangres de cordón, de las cuáles sólo un poco más de cinco mil se han utilizado con fines terapéuticos. De los cuáles el 98% no han sido donadas ni por familiares, ni por los mismos pacientes que las han requerido. De allí surge la necesidad de crear bancos de sangre públicos en nuestro país”.

Inexistencia de bancos de sangre públicos
Otra de las razones que hace que, actualmente, la sangre de cordón umbilical beneficie a pocas personas, de acuerdo al Dr. Romano, miembro de la Sociedad Venezolana de Hematología, es la ausencia de bancos de almacenamiento de muestras de sangre de cordón del Estado. Pues, como destacó el Dr. Rivero “La idea es que haya bancos públicos para en caso de requerir células Madre de cordón umbilical, uno las pueda adquirir sin ningún problema Pues es evidente que hay un nivel que no puede pagar el servicio. Por ello, el Estado debería tratar de ampliar la posibilidad de brindar beneficios”.
Por su parte la Dra. Carmén Luisa Milanés, Coordinadora Nacional de Transplantes de Órganos en el Ministerio de Salud, considera que la presencia de bancos públicos de sangre de cordón umbilical es fundamental no sólo para ampliar la cantidad de personas a las que es posible beneficiar sino para mantener vivo el concepto de donación altruista, pues “de lo contrario cada quien se preocupará por guardar sus células y el sentimiento de individualismo tan presente en esta era postmoderna se afianzará”, aseguró la doctora.
Finalmente, los especialistas esperan que en poco tiempo el Estado tome cartas en el asunto para que esta rama de la medicina reparadora que hoy para muchos venezolanos parece una utopía, cada día permita la inclusión de mayor cantidad de personas. Así, cada día se ampliarán el número de historias como la de la Sra. Conny Arévalos y el mañana tendrá un futuro más prometedor para las enfermedades que, actualmente, se ven como irreparables.


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lunes, 10 de diciembre de 2007

Mototaxis: más que una solución, un problema

La inseguridad vial y personal, la incomodidad,
el índice cada vez más alto de accidentes
de transito por causa de motos, la violación
a la normativa venezolana en la materia
son las principales razones que conducen
a no considerar la moto un vehículo de
transporte público.



Caracas es una ciudad sobrepoblada, su tráfico lo demuestra. Hoy en día, intentar recorrer una distancia no menor de 10 kilómetros en media hora representa una utopía, un ideal que pocos tienen la suerte de alcanzar y, que durante las conocidas ‘horas pico’, se convierte en un imposible. Con el pasar de los años la situación empeora, pues según un estudio de la Alcadía de Baruta solamente con los 70.000 carros nuevos que registró la zona metropolitana en el año 2006, se podría hacer una fila de éstos desde la salida de Caracas hasta llegar a la ciudad de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui.
Aunado a ello, según el Director de Transporte y Vialidad de la Alcaldía de Baruta, Matías Ramírez, el Metro de Caracas ya no está en capacidad de atender a toda la demanda y la vialidad caraqueña, en su mayoría está creada para la comodidad de los vehículos pequeños, lo que produce que los autobuses de transporte público se queden atrapados en la congestión. Es muy probable que sobre tal situación se sostiene el éxito de un medio de transporte público alternativo como el mototaxi; una opción muy viable cuando de acortar distancias en poco tiempo se trata. Para muchos puede representar una solución al caos vehicular de Caracas, pero para muchos otros constituye un gran problema.

Alternativa fuera de norma
En Caracas desde hace aproximadamente 3 años, cada vez con más frecuencia, ha venido surgiendo y desarrollándose el fenómeno de los mototaxis. Fenómeno no contemplado dentro de la Ley y el Reglamento de Transporte y Tránsito Terrestre vigentes. Pues en el artículo 12 de este último establece la clasificación de tal vehículo según la modalidad de uso, pero no menciona el servicio público como una de ellas.
De acuerdo a un informe del Departamento de Estadísticas de la División de Operaciones del Cuerpo Técnico de Vigilancia del Tránsito y Transporte Terreste (CTVTTT), el artículo mencionado anteriormente no es el único que violan los conductores de motos, pues durante varios operativos realizados en el área Metropolitana alrededor de dos semanas se registraron 246 infracciones por no usar casco y 57 choferes de motos no tenían placas. Lo que indica que lo que establece el Reglamento con respecto a la identificación y circulación (arts. 164,165,166,167) también es obviado por la mayoría de motorizados, entre quienes los mototaxistas no representan la excepción.

Seguridad vial y personal
Tales violaciones a la ley traen consecuencias muchos más graves que una simple sanción. Pues, según la Organización Mundial de la Salud los usuarios de la vía pública en mayor situación de vulnerabilidad son -en orden- los peatones, los ciclistas y los conductores de motocicletas, si aunado a ello, quienes circulan en moto olvidan utilizar cascos, el nivel de vulnerabilidad es mucho mayor.
Según, un estudio efectuado en 2003 por el Consejo Europeo de Seguridad Vial, el riesgo de perder la vida de un motociclista es 20 veces mayor que en una persona que se desplace en automóvil. Probablemente las estadísticas de CTVTTT lo ratifican. De acuerdo a las mismas, el año 2004 dejó un total de 3.150 accidentes, de los que 1.462 acarrearon daños materiales y 1.503 arrojaron lesionados. Sólo ese año murieron 185 personas por accidentes causados por motos. Hasta el primer semestre del año siguiente, 2005, se habían registrado 2280 siniestros causados por motos, en calles, avenidas y autopistas. 216, entre las autopistas: Francisco Fajardo, Prados del Este y Cota Mil, muertos se habían contabilizado 27. De esta manera, Venezuela ocupa el tercer lugar, a nivel mundial, en los países con mayor tasa de mortalidad por accidentes viales y el primero en América Latina.
Bajo la óptica de Geraldine Fuemayor, urbanista con maestría en transporte urbano y profesora del Postgrado de Planificación y Transporte del Instituto de Urbanismo adscrito a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, “existe la tendencia en quienes van manejando una moto de sentir que no hay obstáculos que los detenga, siente que no tienen porque seguir las señales de tránsito. Ellos se manejan como en sus propios códigos: si ven que el semáforo está en rojo pero se pueden meter entre dos carros, lo hacen; se adelantan por la derecha; no respetan los canales de circulación y van a altísima velocidad, lo que, además de ilegal, agrava las lesiones en caso de accidentes.”
Igualmente, la licenciada Imara Dania, Jefa de División de Planificación del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTTT), considera que el art. 12 de la Ley de Transito y Transporte Terrestre, el cual reza “La prestación del servicio de transporte terrestre se ajustará a los principios de comodidad, calidad, eficiencia y seguridad para el usuario” es violado por la mayoría de los mototaxistas. Pues, según la funcionaria, más allá de que la modalidad se ha convertido en un medio para cometer delitos, robos, atracos, asesinatos, no poseen seguro de responsabilidad civil que ampare a los pasajeros que trasladan.
“Condiciones climáticas, el sol y la lluvia; los huecos, los objetos que caen de los edificios y que pueden provocar fácilmente volcamientos” son algunos de los factores que, según la urbanista Fuemayor, constituyen la vulnerabilidad a la que se expone todo el que anda en moto.
Pero no sólo el que anda en moto se ve afectado por este fenómeno sino también los peatones, debido a que, de acuerdo al urbanista Ramírez, muchos mototaxistas se han situado en la calzada de las calles, interrumpiendo tanto la circulación vehicular como peatonal y violando el art. 274 de la Ley de Transito y Transporte Terrestre que establece: “la parada o estacionamiento deberá efectuarse de tal manera que el vehículo no obstaculice la circulación ni constituya para el reto de los usuarios de la vía, cuidando especialmente la colocación del mismo y el evitar que pueda ponerse en movimiento en ausencia del conductor”.
Asimismo, la urbanista Fuemayor, señala que existe la posibilidad de generar problemas de salud pública, pues se emplea un mismo casco para muchas personas. “Hay que decirlo, no se sabe si la otra persona tenía piojos o si a través de la sudoración se puede transmitir alguna infección”, puntualizó.

Competencia del servicio con el transporte público
A través de la perspectiva de Ramírez, los mototaxis constituyen una competencia desleal para el mercado formal, ya establecido: los taxistas y los conductores de servicio por puestos. “Nunca un carro cuesta igual que una moto ni tampoco su mantenimiento es igual, así sólo se va quemando la oportunidad de negocio y el mercado formal, al mismo tiempo que se alimenta el informal, luego no van a saber que hacer. Lo mismo que pasó con los buhoneros va a pasar con el sistema de transporte. Muchas personas van a desistir del mercado formal para irse al informal y se va a degradar la calidad del servicio formal”, puntualizó.

Falta de capacitación

Una de las causas que ha desencadenado el alto índice de accidentalidad de motos, bajo la mirada de Fuemayor, es la falta de capacitación y preparación frente a la conducción de este vehículo, pues ha sido operado incluso en la mayoría de las veces por menores de edad.
Pero la falta de capacitación, de acuerdo al director de Transporte y Vialidad de Baruta, no siempre viene dada por quien maneja, pues señala “ no es lo mismo un parrillero experto, a una señora que está apurada y va para el trabajo. Nunca tienen el mismo nivel de maniobra”.

Posibles soluciones
El primer panorama que se vislumbra es la reglamentación, pues se entiende que existen personas cuya fuente de trabajo es esta, pero si no acatan ciertas normas y leyes hasta su propia seguridad es la que se pone en juego al momento de trabajar. Para Ramírez reglamentar el uso de los mototaxis no es la mejor salida del problema, pues considera que significaría un servicio de transporte público de baja calidad como el que está actualmente. Por ello, el Director de Transporte y Vialidad de la Alcaldía de Baruta, así como también la urbanista Fuemayor, coinciden al considerar como la mejor opción, la creación de mejores infraestructuras, construcciones que permitan disminuir el caos en la vialidad caraqueña, como por ejemplo, extender las redes de metro, mejorar las tecnologías de tránsito, aplicar sanciones severas en contra de las maniobras que violan la norma y no permitir que los sistemas anárquicos bajen el nivel de servicio de transporte que se tiene hoy.
“Desde el momento en el que se les deja operar, se esta permitiendo que crean que pueden hacerlo. Para mí, es un problema de falta de autoridad. De alguien que les diga ‘esto no lo puedes hacer. Si quieres puedes organizarte y prestar servicios de encomiendas que tan demandado está’”, aseguró la magíster en Transporte y Vialidad.
Siguiendo la misma línea, Ramírez subrayó: “En el corto plazo, los mototaxis se ven como una solución pero personalmente los considero una involución del sistema de transporte que a largo plazo solo traerá mayores problemas”.
Finalmente, como reflexiona el Director de Transporte y Vialidad de la Alcaldía de Baruta, “son las deficiencias del sistema actual lo que le da cabida a esa nueva modalidad. El tema del transporte en Venezuela ha sido muy descuidado, todos los políticos lo ven como desarrollo de empleo, pero es un servicio tan necesario como cualquier otro”. Por tanto, vale la pena preguntarse, ¿Qué resulta preferible arriesgar tu vida por llegar rápido o trasladarte sin rapidez pero seguro, con calidad y comodidad?

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viernes, 7 de diciembre de 2007

Reforma constitucional: mayor oscuridad

Ceder parte de la libertad individual al representante del Estado, a cambio de garantizar la vida y la posesión de bienes fue parte del tratado político que Jean-Jacques Rousseau, propuso con el nombre de Contrato Social. Un planteamiento que contribuyó, a partir de la Revolución Francesa, a trastocar los antiguos regímenes oligárquicos en muchas naciones.
La idea planteada por Rousseau, hace casi dos siglos y medio, sigue conservando vigencia en el deber ser de sistemas de gobiernos actuales como la democracia. Una validez que se ausenta en la realidad actual venezolana, pues ¿cómo sentir garantizada la vida cuando el nivel de pobreza y miseria, según el Instituto Nacional de Estadística, llega al 53% de los venezolanos y donde la violencia, conforme al último boletín de la UNESCO, deja 2453 personas muertas al año?
Tales cifras muestran un panorama poco alentador sobre la situación que se está viviendo en el país. Escenario que se obscurece más con la propuesta de reforma constitucional presentada por el presidente de la República, Hugo Chávez, posteriormente avalada por la Asamblea Nacional y próximamente, el 2 diciembre, será sometida a referendo.
La primera oscuridad viene dada por la definición que se le da a la propiedad privada. El art. 115 establece cinco tipos de propiedades, la privada es la última en definir, entendida como “aquella que pertenece a personas naturales o jurídicas y que se reconoce sobre bienes de uso, consumo y medios de producción legítimamente adquiridos, con los correspondientes atributos de goce y disposición y las limitaciones y restricciones que establece la ley”. Mas, ¿qué pasará con aquellos inmuebles que resultan excluidos de esta consideración como los terrenos vacíos, las posesiones para disfrutar sólo vacaciones, las propiedades que sus dueños tienen alquiladas o prestadas?, ¿sus dueños legales las perderán por no hacer uso frecuentemente del inmueble?
En contrarresto, el art. 82 establece que “Toda persona tendrá el derecho a la protección de su hogar o el de su familia declarándolo como vivienda principal ante los órganos del Poder Popular…”; pero, ¿a qué persona se refiere: a quién compró la propiedad o a quién la ocupa?, ¿qué compañía se atreverá a vender a crédito una vivienda si en el intermedio del pago quien la ocupa podría declararla propia?
La posibilidad de ser reelegida o reelegido el Presidente o Presidenta de la República es la variable que asoma la propuesta constitucional en su art. 230. Condición que resulta alarmante, oscurecedora, al venir acompañada de artículos restantes como los números 11, 16, 109, 113, 185, 191, 225, 236, 252, 318 o 321, donde la figura del Presidente de la República toma, de manera directa, atribuciones que actualmente no le competen. Pocos son los espacios a los cuales, de aprobarse la reforma constitucional éste poder no accedería; incluso, el Estado no sólo regularía el espacio radioeléctrico, sino que, además, podría reservar su uso y explotación, conforme al art. 113 del proyecto de ley.
Además de ello, los artículos 338 y 339 de la propuesta eliminan el límite de duración máxima de cada uno de los estados de excepción y la exigencia de cumplir con los principios y garantías establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos que, hoy, se ven como necesarios para que el Presidente de la República pueda decretar un estado de excepción. Es decir, la propuesta no sólo estaría modificando principios como el de alternabilidad gubernamental, sino que se estaría concentrando mayor poder en una sola persona, el Presidente de la República.
Aunado a ello, los artículos 71, 72, 73, 74 y 265 de la reforma proponen aumentar el porcentaje de personas requeridas para solicitar cualquier revocatorio, en otras palabras, sería más difícil para el pueblo ejercer su derecho. De la misma manera que, el sugerido artículo 337 elimina garantías inviolables para los seres humanos en estados de excepción, como el derecho a estar informado y el derecho al debido proceso. Situación que pondría en mayor emergencia, en mayor oscuridad, a los ciudadanos en tales escenarios, pues suprimir ésos derechos debilita la condición de pueblo, de actores de una realidad social y de seres humanos pensantes; en tanto, coarta la posibilidad de conocer la circunstancia y de, en caso de considerar necesario, reaccionar ante ella.
Como era de esperarse, la autonomía universitaria no escapa de la invasión de espacios que propone la reforma constitucional. “…Se reconoce a los trabajadores y trabajadoras de las universidades como integrantes con plenos derechos de la comunidad universitaria, una vez cumplidos los requisitos de ingreso, permanencia y otros que paute la ley…”, constituye parte del artículo 109 del proyecto de ley. Pero, ¿es posible que entre esos ‘requisitos de ingreso, permanencia y otros que paute la ley’ esté pertenecer a una tendencia política, condición social o religiosa para validar el trabajo de cualquier persona dentro de los recintos universitarios? Universalidad de las ideas es la premisa que desde su nacimiento ha caracterizado a la institución de educación superior, de allí su nombre: Universidad. Las doctrinas son contrarias a las buenas academias. ¿De qué podría servir tener en la sociedad seres humanos que piensan igual?, ¿cómo se formarán lo seres críticos?, ¿acaso no son más fructíferas las soluciones producto de la confluencia de ideas distintas? No hay peor oscuridad que aquella que viene de adentro del hombre, aquella que está tan arraigada a él que, incluso, puede formar parte de su ser.
Una reforma constitucional es una ley de vida para una colectividad. Por ello, que el proyecto de ley sólo funcione para ciertos regímenes, en este caso el socialista, es un error; las sociedades evolucionan, así lo demostró Francia después de la famosa Revolución propiciada por las ideas de Rousseau.
Cualquier propuesta fundamentada en la distribución del poder de manera “quitativa” para la sociedad, saca a la luz la posibilidad de constituir una reforma que obedece a un interés particular y no responde a una genuina necesidad colectiva. Lamentablemente en vez de abrir diferentes opciones a la situación política, económica y social que vive el país, de ser aprobada la propuesta de reforma constitucional el próximo 2 de diciembre, se cerrarán muchas ventanas dejando sólo una abierta; por la que únicamente entrará la luz que decida quién maneje el timón del barco llamado Venezuela.

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