martes, 11 de diciembre de 2007

Células Madre de cordón umbilical: avance científico que beneficia a pocos

La situación económica actual venezolana, las escasas enfermedades tratadas con estas terapias y la inexistencia de bancos de sangre de cordón umbilical públicos son los principales factores responsables de la limitación de ésta práctica
“Lo veo como un seguro de vida que espero no utilizar, porque implicaría que a mi bebé le ha pasado algo. Pero en caso, dios no lo quiera, de necesitarlo, agradeceré haber hecho la inversión”, destacó la Sra. Conny Arévalos, abogada de profesión que reside en un apartamento propio de la Urbanización Valle Arriba del Estado Miranda, quien hace tres meses compró el servicio de la extracción y almacenamiento de las células Madre del cordón umbilical a su bebé que acaba de nacer.
Este servicio es ofrecido por dos empresas privadas en Venezuela, Células Madre de Venezuela y Cryo Blood Bank, desde hace 5 y 3 años respectivamente. El mismo consiste en la extracción, almacenamiento y congelación de células con la capacidad de regenerar o transformarse en células específicas cuando se encuentran en un ambiente indicado, llamadas células Madre.
Tal inversión, según el Laboratorio Células Madre de Venezuela, gira en torno a los 1000 dólares por la extracción y 200 dólares anuales por el almacenamiento. Traducidos a nuestra moneda, dependiendo de la manera como son obtenidos los dólares, incluso, podríamos hablar de casi tres millones de bolívares por la extracción y seiscientos mil anual por el almacenamiento. Pero sí en vez de hablar de los gastos necesarios para guardar células propias, se piensa en la posibilidad de acceder a esas muestras sin tener unas guardadas, es decir, buscando entre los bancos privados alguna compatible; la suma aumenta enormemente, pues no sólo se requieren pruebas de compatibilidad entre células Madre e individuo, sino, en muchos casos, la reproducción de la muestra. Según el Dr. José Cardier, Investigador del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC), el costo total de este último procedimiento gira en torno a los 35 mil a 45 mil dólares.
Para algunas personas la posibilidad de acceder a estos servicios, gracias a los avances médico-científicos, pueden resultar una inversión justificada, pero para muchos otros venezolanos no es una posibilidad, es una realidad inaccesible. Constituyendo así un avance científico que no los beneficia.

Radiografía económica venezolana
De acuerdo a las estadísticas proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el índice de pobreza general venezolana se ubicaba para finales del año 2006, alrededor del 32% de la población total. Además, de un 10% de total de habitantes que constituyen situación de pobreza extrema, según la misma institución. Por tanto, resulta fácil imaginarse que este grueso de personas tienen limitado el acceso a terapias regenerativas como podrían ser las células Madres. Principalmente debido a que su prioridad es cubrir otras necesidades como alimento, vestido, calzado, vivienda, lo que hace que el individuo de estos niveles económicos vea tales avances médico-científicos como una realidad totalmente ajena a ellos, una utopía.
Pero no sólo a este 42% de los aproximadamente 26 millones de habitantes, les es imposible acceder a tales prácticas. Incluso a la clase media, le puede resultar cuesta arriba, pues para el mes de Octubre del año 2006, la cesta básica se ubicaba en 446979 bolívares, a escasos 70 mil bolívares de lo que para ese momento correspondía al sueldo mínimo. 70 mil bolívares que debían corresponderse con los restantes gastos que se ocasionan en cualquier vivienda: agua, luz, alquiler o condominio, gas, sólo por nombrar algunos.
Tal situación económica, de alguna manera se evidencia, en las estadísticas llevadas por las empresas privadas como Laboratorio Células Madre de Venezuela, pues en sus registros cuentan con 5000 muestras, lo que corresponde a 0.019 % de la población total venezolana. Si bien es cierto que el desconocimiento, el miedo y la novedad de las prácticas son factores que, igualmente, influyen en tales cifras resulta totalmente innegable que el factor económico es determinante en la situación.
Pues como afirma el Dr. José Carlos Rosales, Médico en Biología de la Reproducción y Director de Criopreservación de Cryo Blood Bank, “realmente hay muchos pacientes que a mí me han consultado, llenos de preocupación porque el dinero que tienen sólo les alcanza para comprarle un seguro médico al niño o para comprar el servicio de células Madre. No te estoy hablando de gente pobre, te hablo de alguien que tiene la posibilidad de dar a luz en una clínica. Pero, obviamente, ante tal decisión no hay que dudar lo más importante es el seguro médico del niño, la prioridad es su seguridad inmediata, no la futura. Yo estoy convencido de que, seguramente, en pocos años cualquier médico las empleará y se ampliará su utilidad, pero todavía no es así”.

Probabilidad y posibilidad de tratamiento
“Guarda cordón, salva vidas” constituye el eslogan que identifica a una de las empresas privadas encargadas de ofrecer este servicio. Eslogan que como tal, podría hacer pensar en la posibilidad de salvar varias vidas sólo con el hecho de guardar las células de cordón umbilical. Sin embargo, la situación no es tan sencilla como se plantea pues tanto los especialistas de la empresa privada, el Dr. Rosales y el Dr. Juan Rivero, Director del Laboratorio Células Madre de Venezuela, como los investigadores del IVIC, el Dr. Cardier y el Dr. Edigio Romano, también miembro de la Sociedad Venezolana de Hematología, coinciden en que las enfermedades que actualmente se pueden tratar con las células Madre son principalmente las enfermedades hematológicas como la leucemia, que se vienen tratando desde hace muchos años antes de la aparición de las empresas privadas. Igualmente, según los expertos, está científicamente comprobado el tratamiento en humanos de enfermedades cardiovasculares con este método, aunque todavía no se ha realizado de manera masiva, pues el IVIC espera para finales de este año poder sacar al público la venta de la proteína G-DFF, indispensable para dicho tratamiento, en forma más económica de la que actualmente se consigue en el mercado.
Sin embargo, como bien señaló el Dr. Rivero en medicina a nadie se le puede garantizar nada. “Tu leucemia, ni la leucemia del otro son iguales, nadie te asegura que realmente esa enfermedad se pueda tratar con estas células, eso habrá que determinarlo luego. La experiencia afirma que esas enfermedades reaccionan positivamente a este tratamiento pero nada es seguro, puede que pierdas el dinero porque nunca lo necesites o que por otras vías logres conseguir las células Madre que necesitabas, pues esta no es la única manera de obtenerlas”, puntualizó.
Asimismo, el Dr. Rosales destacó que muchas de las enfermedades que pudiesen pensarse sus tratamientos con células Madre, todavía están en fase experimental. “La diabetes, la hepatitis, el parkinson, el alzheimer, las enfermedades cerebro vasculares, las lesiones en la médula espinal y la recuperación de la movilidad de ciertas partes del cuerpo se han tratado con células Madre en ratones, ratoncitos, todavía no, en humanos”, aseguró.
Por tanto, en caso de tener la posibilidad de acceder al servicio, no implica un beneficio per se en la persona, pues puede que no padezca alguna enfermedad o que la que adquiera no sea tratada con células Madre de cordón. Por ello, el Dr. Cardier señala “el potencial de curación de las células Madre teóricamente es muy grande, porque las de embrión pueden regenerar lo que sea, mientras que las de cordón no son tan versátiles. Las posibilidades reales de ellas, en este momento, son muy pequeñas en el ser humano, se podría establecer una relación 9 a 1 que no la va a usar el que la guarda”.
Aunado a ello, el Dr. Romano destaca la experiencia que ha vivido y estudiado durante su trayectoria como investigador del IVIC. “En el mundo, en los bancos de cordón se deben hacer recolectado, a lo mejor, cien mil muestras de sangres de cordón, de las cuáles sólo un poco más de cinco mil se han utilizado con fines terapéuticos. De los cuáles el 98% no han sido donadas ni por familiares, ni por los mismos pacientes que las han requerido. De allí surge la necesidad de crear bancos de sangre públicos en nuestro país”.

Inexistencia de bancos de sangre públicos
Otra de las razones que hace que, actualmente, la sangre de cordón umbilical beneficie a pocas personas, de acuerdo al Dr. Romano, miembro de la Sociedad Venezolana de Hematología, es la ausencia de bancos de almacenamiento de muestras de sangre de cordón del Estado. Pues, como destacó el Dr. Rivero “La idea es que haya bancos públicos para en caso de requerir células Madre de cordón umbilical, uno las pueda adquirir sin ningún problema Pues es evidente que hay un nivel que no puede pagar el servicio. Por ello, el Estado debería tratar de ampliar la posibilidad de brindar beneficios”.
Por su parte la Dra. Carmén Luisa Milanés, Coordinadora Nacional de Transplantes de Órganos en el Ministerio de Salud, considera que la presencia de bancos públicos de sangre de cordón umbilical es fundamental no sólo para ampliar la cantidad de personas a las que es posible beneficiar sino para mantener vivo el concepto de donación altruista, pues “de lo contrario cada quien se preocupará por guardar sus células y el sentimiento de individualismo tan presente en esta era postmoderna se afianzará”, aseguró la doctora.
Finalmente, los especialistas esperan que en poco tiempo el Estado tome cartas en el asunto para que esta rama de la medicina reparadora que hoy para muchos venezolanos parece una utopía, cada día permita la inclusión de mayor cantidad de personas. Así, cada día se ampliarán el número de historias como la de la Sra. Conny Arévalos y el mañana tendrá un futuro más prometedor para las enfermedades que, actualmente, se ven como irreparables.


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